Editorial,  FGDRC,  INSURRECCIÓN

SI BAJAN LAS TASAS DE INTERÉS, ¿MERMARÁ LA INFLACIÓN?

Claudia Julieta Parra

En los últimos meses la inflación ha venido disminuyendo, pero a un ritmo muy lento y a la par de un déficit de poder adquisitivo, que desencadena una caída brutal de la demanda, desacelerando la economía llevándonos a una Recesión Técnica.

La actual crisis monetaria y económica global ha desequilibrado todos los mercados, en especial las economías dependientes de capitales extranjeros como es el caso de América Latina y el Caribe, situación exacerbada por el constante incremento de las tasas de interés por parte de los Bancos Centrales.

Constantemente los Bancos Centrales incluyendo el nuestro han optado por incrementar las tasas de interés para contrarrestar la inflación, considerando erróneamente que al disminuir la demanda decrece la inflación; sin embargo, en la práctica esta medida incrementa la inflación ya que tiene repercusión directa en la disminución de la producción, lo cual aplicando la teoría económica de oferta y demanda, termina repercutiendo en un mayor incremento del Índice de Precios al Consumidor (IPC), en otras palabra, ‘es más nocivo el remedio que la enfermedad’.

El incremento de Tasas de Interés tiene impacto directo en los créditos de consumo, ya que aumenta su valor en volumen y disminuye el aporte a la deuda de capital, es decir, los usuarios crediticios pagaran más pero su pasivo se prolongará un mayor tiempo ya que el incremento está dirigido al pago de intereses; en Colombia dos tercios de la población -por la pérdida de poder adquisitivo-, solventan gastos básicos como los alimentos a través de tarjetas de crédito; por ende incrementar la Tasa de Interés ocasiona una caída abrupta de la  demanda que desacelera la economía.

Recientemente la Junta Directiva del Banco de la República optó por mantener estable la Tasa de Interés en 13,25 por ciento; se podría inferir que esta es una decisión acertada y que debería proseguir una disminución paulatina hasta llegar por lo menos el 3,25 por ciento, ya que la disminución de la misma tiene repercusión en la demanda, pues aunque no disminuye el valor de los productos si disminuye la tasa de usura, lo que hace que el usuario pague menos por los productos, lo que conlleva a incremento de demanda y en efecto rebote dinamiza el mercado.

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