Editorial,  FGDRC,  INSURRECCIÓN

NUESTRA ECONOMÍA NO SALE DEL DÉFICIT

Claudia Julieta Parra

La política económica y financiera del país se centra en la estabilización de los grandes mercados; sin embargo, deja sumidas casi que en el olvido las economías informales, que cada día aumentan y  representan un mayor segmento de la generación de capitales.

Más allá de los indicadores económicos y las proyecciones de los diferentes analistas económicos y de mercado, la realidad del día a día de las personas que no cuentan con ingresos fijos es un cataclismo que lejos de mejorar, tiende a empeorar, cada día es más difícil sobrevivir con los bajos ingresos que tienen millones de familias a lo largo y ancho del país.

Las personas que viven de lo que logran producir o vender día a día, no cuentan con capital de respaldo o inventario en bodega que les permita pasar un día sin ventas o sin flujo de capital; por lo que son doblemente afectadas por la actual crisis económica, ya que al disminuir el poder adquisitivo de la gente su margen de venta disminuye considerablemente.

La política económica del país limita ostensiblemente las posibilidades de surgimiento económico, los sistemas bancarizados y financieros están hechos de tal forma que las personas de sueldo promedio o con ingresos inferiores a los dos salarios mínimos, les queda casi posible acceder a créditos que les permitan desarrollar emprendimientos o proyectos productivos de bajo monto.

El Estado hace poco o nada por resolver los problemas de acceso a crédito de la población de bajos recursos, ya que prácticamente relegó esta función al sistema bancarizado, y solo se limita a dar mínimos subsidios o ayudas que se quedan en el asistencialismo y aun así no logran suplir las necesidades básicas insatisfechas de más de un tercio de población colombiana.

Darle oportunidad de desarrollo y superación socioeconómica a las capas sociales medias y bajas, tiene implícito un cambio estructural del modelo económico, ya que el actual se centra exclusivamente en la generación de grandes utilidades para la banca y los oligopolios, muestra de ello es que en medio de la crisis económica actual, la banca reporta ganancias por encima de los 15 billones de pesos, mientras los sectores independientes y las Pymes en su gran mayoría reportan perdidas y muchas de ella han tenido que cerrar.

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