Editorial,  FGDRC,  INSURRECCIÓN

NI SATISFACEMOS EL MERCADO INTERNO, NI EXPORTAMOS

Claudia Julieta Parra

El mercado se regula por la oferta y la demanda, de la misma forma está implícito en el desarrollo de un país el equilibrio de la balanza comercial, ya que a mayor importación y menor exportación el Costo de Vida se incrementa y somos más vulnerables a la inflación global.

El más reciente informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) reporta que en julio las exportaciones fueron de 4.094,8 millones de dólares, lo que representa una caída del 30,8 por ciento en las exportaciones, respecto al mismo periodo del año anterior.

Una de las principales causas del decremento en las exportaciones es el descenso en las ventas de combustibles y productos de las industrias extractivas, este sector durante el último año registró una caída en sus ventas de 43,3 por ciento; por su parte, durante el mes de julio el café sin tostar cayó 42,8 por ciento, el grupo de productos agropecuarios, alimentos y bebidas tuvo una caída del 13,2 por ciento y las manufacturas cayeron 10,6 por ciento.

Según el DANE las importaciones también se decrementaron, durante el mes de julio este indicador reportó 5.015,2 millones de dólares, lo que representa una disminución de 21,2 por ciento respecto al año anterior; se podría pensar que disminuir las importaciones es positivo para la economía del país, sin embargo, en este caso no es así ya que el déficit de importación no es cubierto por producción interna, lo que ocasiona escasez de productos básicos y materias primas que terminan incrementando el precio final de los productos, esto sumado a la inflación y la pérdida de poder adquisitivo per cápita agudiza la desaceleración económica existente.

Ante un panorama adverso como el actual, donde además de no controlar la inflación, el Producto Interno Bruto (PIB) se desacelera y sus cifras cerrarán por debajo del 1,5 por ciento; resulta inaplazable tomar medidas más allá de la manipulación de la Tasa de Interés, se debe tener en cuenta que una de las principales medidas debe ser la disminución del Gasto Corriente (burocracia, guerra, pago de Deuda Externa), seguido de la creación de plazas laborales y formalización del empleo; solo de esta forma es posible mejorar la capacidad de consumo de la población, lo que conlleva a superar la caía abrupta de la demanda y evitar un largo periodo de recesión.

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