Editorial,  FGDRC,  INSURRECCIÓN

ES MÁS DIFÍCIL CONSEGUIR TRABAJO SI ERES MUJER

Claudia Julieta Parra

La actual crisis económica ha complejizado la situación de toda la sociedad, sin embargo, las condiciones socioculturales hacen que fenómenos como el desempleo o el bajo nivel de ingreso, afecten con mayor fuerza y contundencia a las mujeres.

Durante décadas las mujeres han sido víctimas de todo tipo de discriminación, el sistema las margina por su condición de mujeres o las relega a ser cuidadoras o ejecutoras de labores domésticas sin ningún tipo de remuneración.  

Recientemente el Departamento Nacional de Planeación y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), presentaron un informe sobre la Igualdad de Género en Colombia, el cual afirma que las políticas existentes en Colombia acrecientan la brecha de la igualdad. Según el Informe una de las principales falencias es que, “no se reconoce y valora el trabajo doméstico y de cuidados no remunerados mediante la prestación de servicios públicos, infraestructura y políticas de protección social y la promoción de la responsabilidad compartida en el hogar y la familia, que casi en su totalidad es realizado por las mujeres”.

En Colombia, solo el 48 por ciento de las mujeres en edad de trabajar -entre 15 y 64 años- tienen empleo, mientras que el 74 por ciento de los hombres del mismo rango etario laboran; las mujeres jóvenes tienen el doble de probabilidad de entrar en la población de ‘ninis’ -personas que no estudian ni trabajan-. Además, de tener menos opciones laborales las mujeres tienen menor remuneración salarial, reciben un pago 36 por ciento menor al que recibe un hombre que ocupa su mismo cargo o funciones; por si fuera poco, a nivel de cargos administrativos de cada 10 gerentes o administradores de empresa solo 3 son mujeres.

Es claro que la brecha de desigualdad laboral por condición de género es bastante grande y obedece a que no existe una política laboral clara que mitigue este impacto. Tanto el Ejecutivo como el Legislativo están en mora de desarrollar proyectos que realmente nos conduzcan a la equidad laboral y de género, no basta con la paridad administrativa, se necesita una normatividad que asigne el salario por efectividad y cumplimento y no por género, al igual que se debe reconocer y remunerar el trabajo de cuidado que brindan miles de mujeres; solo de esta forma será posible hablar en el país de una verdadera equidad de género.

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