EMPRESAS DE COMUNICACIÓN Y LA MATRIZ MEDIÁTICA
Comandante Antonio García
Los 6 Grandes Grupos Económicos (Suramericana, Sarmiento Angulo, Bolívar, Ardila Lule, Santodomingo y Gilinski) quienes controlan las empresas de comunicación más influyentes del país, donde estas juegan un rol económico en su proceso de acumulación de capital y control de los procesos políticos.
Por tanto no podemos seguir engañándonos cuando hablamos de «medios de comunicación», ellas son Empresas de Comunicación y juegan un rol importante en el proceso de dominación moldeando la opinión de los colombianos. Estos mismos 6 grupos son los que financian a los grandes partidos políticos, para luego cobrar favores en las respectivas administraciones.
Por eso dichas empresas de comunicación, el día 27 de septiembre del año en curso, desde muy temprano presentaron con gran despliegue mediático la realización de una operación conjunta de las fuerzas de seguridad italiana, en colaboración con las autoridades policiales de Colombia, la Agencia de Investigaciones de Seguridad Nacional de Estados Unidos y la Guardia Civil española, que concluyó con la detención de 21 personas implicadas con el narcotráfico tras-nacional.
Operaciones de este tipo, con incautación de droga en puertos, carreteras, aeropuertos, son parte del paisaje noticioso, ahora era presentado como algo excepcional pues se llegó a decir que se trataba de la incautación de 700 kilos de cocaína en Italia “vinculados al ELN”.
Llama la atención que las autoridades del país sin rigor alguno, sin evidencias para revelar y con la única intención de generar una matriz mediática tratando de presentar al ELN no como una insurgencia histórica en Colombia, sino como un grupo de delincuencia común de narcotráfico vinculado según esto con la mafia italiana de la Ndrangheta.
No es la primera vez que tratan montar dicha matriz mediática, pues desde el año 2016 dicho manejo trataron de hacerlo las empresas de comunicación, sin aportar pruebas objetivas que pudieran incriminar al ELN, quien tiene al interior de sus filas una política clara frente al narcotráfico [1].
También se publicitó con bombos y platillos en el año 2021 que se extraditaban por primera vez supuestos miembros del ELN hacia los Estados Unidos requeridos por una corte del Distrito Sur del Estado de Texas, pero de nuevo no pasó de ser un simple anuncio, pues dichas personas no han estado vinculadas a estructuras del ELN, quien por el contrario libra una lucha en los territorios contra todo grupo narco-paramilitar [2].
Desde el 3 de abril del 2021, la Delegación de Diálogos del ELN dirigió una comunicación a la Señora Ruth Dreifuss, Presidenta de la Comisión Global de Política de Drogas; donde de nuevo se reitera nuestra posición frente al narcotráfico:
“El ELN nada tiene que ver con el narcotráfico ni con ninguna fase de su cadena: no tenemos cultivos, laboratorios, cocinas, pistas, rutas ni exportaciones de cocaína; tampoco tenemos nada que ver con negocios de precursores químicos.
Esta es la política definida democráticamente en todos los Congresos Nacionales del ELN a lo largo de su historia; no hay nada que nos comprometa, porque nada de lo que se nos sindica hacemos ni haremos.
Lo que sí es parte de nuestra política es cobrar un impuesto a los compradores, quienes se lucran del negocio en una actividad comercial que realizan en los territorios donde nuestras guerrillas ejercen control territorial; igual cobramos impuestos a las distintas actividades económicas, como lo hacen los Estados para financiarse” [3].
Es lo mismo que siempre hemos reiterado ante la opinión pública y lo conocen muy bien en la práctica las comunidades en los territorios donde hacemos presencia.
Es claro que las autoridades utilizando las Empresas de Comunicación, que son funcionales al Estado, buscan desviar la atención de la relación de grupos paramilitares verdaderamente dedicados al narcotráfico con las autoridades locales, las Fuerzas Militares y sobre todo con grandes conglomerados económicos que importan mercancías, manejan puertos y sin olvidar el papel fundamental que cumple en toda la operación el sistema financiero nacional e internacional.
Lo más llamativo es que en la misma nota donde se acusa al ELN de tener nexos con la mafia Italia los medios dicen lo siguiente:
“Precisamente, hace un año las autoridades italianas de Trieste incautaron 4,3 toneladas de la misma droga y detuvieron a 38 personas, entre ellas miembros del ‘clan del Golfo’. La operación continuó y llevó a las detenciones de hoy contra la guerrilla que busca dialogar la paz con el presidente Gustavo Petro.” (El tiempo, 2023).
Lo que se sabe es que el Clan del Golfo es aquel grupo paramilitar dedicado al narcotráfico en todas las zonas donde hace presencia y tiene alianzas con no solamente las mafias locales sino también internacionales como la mafia mexicana, albanesa e italiana. Sin dejar por fuera sus alianzas con miembros de la Fuerza Pública que incluso autoridades norteamericanas registraron [4].
En nuestra misiva también referimos planteamientos a la comunidad nacional e internacional con relación a este flagelo del narcotráfico:
“EL ELN ha sido claro en plantear que:
I) Solo la legalización de las sustancias psicoactivas acabará con las ganancias extraordinarias del narcotráfico y su razón de ser.
II) Se necesita un pacto de responsabilidad compartida entre países productores y consumidores de narcóticos.
III) Los narcodependientes son enfermos que deben atender los Estados y no deben ser perseguidos como delincuentes.
IV) Los campesinos que trabajan en cultivos de uso ilícito deben tener planes alternativos de producción alimentaria o de materias primas industriales, financiados por los Estados para que puedan resolver su subsistencia sin recurrir a los cultivos de uso ilícito.
V) Además de perseguir los Carteles de los países que producen narcóticos, se debe perseguir los Carteles de distribución en los países industrializados consumidores; así mismo, a los Carteles de precursores químicos y de lavadores de los narco dineros en el sistema financiero internacional y en los paraísos fiscales.”
Sera precisamente en los debates que están por venir, en el proceso de paz, a donde llevaremos y presentaremos nuestros puntos de vista y nuestras propuestas acerca del narcotráfico, también otros sectores de la sociedad opinarán sobre este fenómeno. Allí podremos mirar cómo las grandes ganancias que produce este negocio son funcionales al régimen para sostener en la miseria a las comunidades que solo reciben migajas para subsistir, pero colocan los muertos de la denominada Guerra contra las drogas.