Editorial,  FGDRC,  INSURRECCIÓN

EL NAUFRAGIO DE LA PACIFICACIÓN TOTAL

Damaris Izaguirre

La Paz Total es la principal bandera del gobierno y aunque este la presenta como algo novedoso, no es más que el mismo proyecto de pacificación, que tanto izquierda como derecha ha tratado de imponer durante décadas, es decir, un ‘chulo con disfraz’.

El Gobierno de Petro hizo campaña prometiendo cambios y una Paz Total que pusiera fin definitivo al conflicto armado; los hechos han demostrado que los cambios aún no llegan y quizás no se den porque implican reformas estructurales, que van en contravía con los acuerdos entre los gobiernos de Colombia y de los Estados Unidos.

La Paz Total está lejos de producirse no porque el Clan de Golfo se niegue a dejar los negocios de alto riesgo -narcotráfico-, o porque el ELN retuvo al Mane Díaz; sino porque la paz es inalcanzable sin cambiar la Doctrina de Seguridad impuesta por EEUU, a lo máximo que llegó el nuevo gobierno, fue a cambiarle el nombre y el uniforme a la policía militarizada del Esmad, aunque en campaña dijo que en las primeras semanas de gobierno desmantelaría el Esmad, los hechos demuestran que nuevamente nos vendían humo.

El ELN ha sido enfático al sostener que no está dispuesto a someterse a un proceso de Desarme, Desmovilización y Reinserción (DDR), que para ellos la paz es un proceso que implica cambios y transformaciones de carácter estructural; mientras para el nuevo gobierno la paz es la misma que planteaban los viejos gobiernos, un proceso de pacificación que se limita exclusivamente a al silenciamiento de los fusiles, puestos burocráticos y economía naranja para la guerrilla, ¿dónde está el cambio?

La crisis de la Paz Total no es el resultado de las acciones militares o de finanzas de la guerrilla, como lo quieren vender los medios; eminentemente la crisis obedece a la diferencia de enfoque político existente entre el nuevo gobierno -que parece el mismo gobierno de siempre- y la guerrilla. La disertación de este choque de modelos radica en la sociedad, si se aferra a un modelo de pacificación que lleva décadas y no ha resuelto el conflicto, o si le exige al gobierno un verdadero proceso de paz con justicia y equidad social, que desarrolle cambios en el modelo económico y la Doctrina de Seguridad, ¿tu, a que tipo proceso le apuestas?

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *