Editorial,  FGDRC,  INSURRECCIÓN

LA VARIABLE TIEMPO

Construir la paz con justicia y equidad social implica transformar los factores que dieron origen al conflicto social armado; estas transformaciones son procesos que no están determinados por la variable tiempo, por el contrario, es el desarrollo de los procesos el que determina el tiempo.

Antonio García, Primer Comandante del ELN

En varias oportunidades me han preguntado sobre el papel del tiempo en los diálogos con el actual gobierno, como diciendo hay que aprovechar «la oportunidad de oro», pues tan sólo faltan 3 años; también nos han dicho que hemos desperdiciado el tiempo y las oportunidades, por eso me parece oportuno compartir una de mis respuestas en una entrevista que empieza a circular.

Si la paz sólo se tratara de la desmovilización de una organización alzada en armas, el tiempo no sería el problema, cualquier tiempo sería bueno, es lo que ha acontecido en el país. Se han dado varias desmovilizaciones y en esencia el país no ha cambiado, los desmovilizados se han vuelto parte de la institucionalidad, unos en agrupaciones políticas electorales, otros agentes del DAS o los paramilitares como aconteció con el EPL, otros contratistas del Gobierno haciendo investigaciones o estudios; en últimas todos ellos funcionales al régimen político.

La paz no es un objetivo de grupo o de una organización, sino de país, de la sociedad; pues el alzamiento armado se origina en el bloqueo a las transformaciones de fondo que la sociedad exige. Pero el régimen político no tiene ni la voluntad ni los instrumentos para hacer de Colombia una sociedad dialogante, que pueda resolver o tramitar sus conflictos por la vía del diálogo. Para la muestra un botón, a Petro y Francia Márquez, la dirigencia social les entregó, un día antes de asumir el gobierno, los Acuerdos incumplidos en las jornadas de lucha del 2021; pero luego de 9 meses todo sigue igual, y el único camino que queda para la gente es la movilización, la protesta; el Gobierno no logra articular respuestas distintas a las tradicionales: represión y «mamadera de gallo».

El fondo de la paz radica ahí, en cambios sustanciales en la forma de tramitar y resolver los conflictos sociales; en resolver los problemas que devienen del mal tratamiento a la protesta social: liberar a los presos políticos, pero aún hoy, eso no se ve por ningún lado.

Es lo que tratamos de hacer en las conversaciones o diálogos con el Gobierno, construir acuerdos para que esto cambie. Por eso sigo diciendo que el tiempo es sólo una de las tantas variables que construyen nueva realidad en las sociedades. Hay otras que son fundamentales: la calidad de vida de la gente, la participación de la sociedad en la toma de decisiones y en la construcción de futuro. De los meros afanes solo queda el cansancio.

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