8M: ‘ME AFECTAN LAS INJUSTICIAS CON LOS DEMÁS’
Danna Cano
Provengo de una familia pobre, para facilitarle las cosas a mis padres, me fui de la casa a trabajar a la edad de 12 años, mi oficio era cocinar y hacer los trabajos en una casa de familia o en cambuches (donde trabajan la coca), en ocasiones también hacía trabajos más fuertes en minas de veta o en lo que me tocara.
Me incorporé al Ejército de Liberación Nacional (ELN) cuando tenía 17 años, yo no sabía cómo era esto y lo único que sí sabía era que luchaban por el pueblo, entonces, esto fue lo que yo dije: “me voy a luchar por el pueblo”. Al principio fue duro porque uno viene con los resabios de la vida civil y formados por las costumbres capitalistas.
A la hora de incorporarme me despedí de mi familia, mi madre me dijo: “hija yo no quiero que mis hijos estén en la guerra, pero ya que ustedes se fueron, así como entran así mismo se salen, mucho cuidado con ir a embarrarla”, siempre he tenido presentes estas palabras de mi madre y en ningún momento considero que la he embarrado.
Acá me han ido formando, me han enseñado valores, como ser un verdadero ser humano a pesar de los errores que cometemos a diario, me han tenido paciencia y al igual me siguen exigiendo.
Lo mejor de estar en el ELN es que me he superado como ser humano, como mujer y como guerrillera he aprendido hacer muchas cosas que quizá si estuviera en casa no las hubiera podido hacer, porque los costos para hacer algo son elevados, y lo más importante es que estoy luchando por mi pueblo que ya le urge un cambio, me pasa que las injusticias que cometen con los demás, por alguna razón me afectan.
Me da rabia ver que alguien es tirano con otro y la forma en que muchos explotan a los más necesitados, ver cómo la gente se va acabando física y mentalmente no más para que unos pocos acumulen, y que aparte de ser tiranos, explotadores y arrogantes creen que siempre tienen la razón y que ‘el mundo es de ellos y los demás vivimos arrendados’.
`Así, me siento comprometida con este bello proyecto de vida que a nosotras las mujeres nos da nuestro espacio y valor, yo no me imagino fuera de él, porque acá somos más que compañeros, somos hermanos y amigos, mejor dicho, somos familia y esto es lo que hace que yo aspire a superarme más, a aprender muchas cosas para ponerlas a favor del pueblo y el ELN, siguiendo el ejemplo de nuestros héroes y mártires.
Llegar al ELN es lo mejor que he podido hacer durante la vida, estoy muy agradecida con mis compañeras y compañeros, porque de no ser por ello yo estuviera igual o peor, como cuando no era guerrillera.
Entonces quiero invitar a todas las mujeres de Colombia y del mundo a que luchen y se hagan sentir desde cualquier espacio, porque nosotras somos valientes, luchadoras, pujantes, trabajadoras, comprometidas y somos fuente de vida, no puede estar en nosotras el silencio y la cobardía, tenemos que superar los obstáculos para mostrar que tenemos capacidades y merecemos ser respetadas al igual que cualquier ser humano, somos de mucho valor y por esto no debemos rendirnos nunca.