Editorial,  INSURRECCIÓN

¡NO SE METAN CON LOS NEGOCIOS!

Comando Central (COCE)

El viejo régimen ha dejado en claro que no permitirá reformas mínimas a sus corruptos negocios lucrativos; reacción que lleva al fracaso el intento de Petro de buscar alianzas con los representantes de ese viejo régimen, para obtener gobernabilidad y lograr reformas.

Al Presidente le están consumiendo el tiempo de su Gobierno sin haber logrado las reformas y sin cumplir con el Mandato por los Cambios que el pueblo le entregó. Petro es conocedor de las dinámicas del Estado, de los alcances del viejo régimen y sus tentáculos mafiosos, sabe perfectamente qué corruptos lo rodean de cerca y qué corruptos exprimen los derechos básicos de los colombianos; sabe que el Estado colombiano está infectado estructuralmente por la corrupción y que las mafias de todo tipo lo carcomen como un cáncer.

Por eso, ante cada anuncio que hace -son simples anuncios más que realidades-, los dueños del establecimiento lanzan un bloqueo, un sabotaje, que entre leguleyadas, corrupción propia de la burocracia estatal y los propios amigos del Gobierno, se encargan de impedir cualquier cambio por mínimo que sea; en todo esto siempre los reales afectados son las comunidades, sectores, territorios y pueblos.

Por ejemplo, el Ministro de la Salud, anunció con emotividad los ajustes en el sistema de salud para los maestros, incluso se atrevió a anticipar que sería una muestra del modelo de salud propuesto para los colombianos y colombianas; de inmediato, todo en los operadores del sistema empezó a funcionar peor, al punto que el presidente de Fiduprevisora renunció e incluso los propios maestros amenazan con un Paro Nacional por el desmadre que tienen con el servicio de salud.

Algo similar sucede con el debate sobre las Entidades Promotoras de Salud (EPS), después de la intervención del Gobierno a dos de las más grandes, y de evidenciar los hallazgos por malos manejos en las EPS Sanitas, Nueva EPS y EPS SOS, otras compañías como Sura, Compensar y Bolívar presentaron su solicitud de retiro del sistema de salud, supuestamente ante su inviabilidad; esto, aunado a la campaña mediática lanzada a través de las empresas de propaganda de los mismos emporios económicos, configura la generación de pánico en los usuarios, desconfianza y sensación de caos; todo a expensas de la reforma y el cambio.

La mayoría del país que nunca han gozado de un sistema de salud digno no puede olvidar que a la salud al igual que a la educación y a los servicios públicos, los convirtieron en negocios y como si fuera poco, se robaron los recursos sin importar que de ello dependiera la vida de la gente. No podemos creer que el sistema de salud en Colombia ha funcionado perfecto y ha sido una maravilla, cuando justamente lo hemos padecido en largas filas y pésima atención.

Por eso, si el Gobierno no puede cambiar de estrategia para concretar los cambios y sigue buscando alianzas con los sectores del viejo régimen, tendrá que ser una tarea del pueblo forjar dichos cambios y transformaciones, hacerle ver al presidente que las alianzas son con las comunidades, pueblos y sectores, que ante el boicot que organiza el viejo régimen tiene las mayores repercusiones en la gente. Hay que recordarle a Petro y a Francia que el gobierno se logró por la movilización y la lucha popular.

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